A continuación te comentamos por
qué los alimentos picantes pueden beneficiar tu salud.
Son saludables para el corazón y
previene la arterosclerosis.
Disminuyen la presión arterial.
Previenen el cáncer de colon,
beneficia a las hemorroides y ayuda a tener una próstata saludable.
Ayudan en la pérdida de peso y la
buena digestión.
Función afrodisíaca del ají.
Alivian la depresión y el estrés.
Son saludables para el corazón
Estudios demuestran que las
culturas que comen comidas más picantes tienen una incidencia mucho menor de
ataque cardíaco y accidentes cerebrovasculares.
Los posibles motivos son que los
pimientos como el chile pueden reducir los efectos perjudiciales del colesterol
LDL (colesterol malo), mientras que la capsaicina puede
combatir la inflamación, que ha sido señalada como un factor de
riesgo para personas con problemas de corazón.
El ají picante se aconseja como prevención
del infarto y enfermedades cardiocirculatorias. Se ha demostrado que el
consumo comedido y constante del ají desciende el nivel de colesterol en la
sangre y ayuda al corazón, actuando como vasodilatador con
grandes beneficios para los capilares y las arterias coronarias.
Las semillas de Capsicum
contienen ácidos poliinsaturados que disminuyen el riesgo de trombosis. La capsaicina actúa
en el metabolismo de las sustancias grasas, impidiendo la acumulación adiposa.
Lo más importante no es consumir el pimiento en grandes cantidades, sino ser
constante en la ingesta.
Efecto del ají picante en la
arterosclerosis
El ají picante tiene propiedades
vasodilatadoras debido a la capsaicina que se comporta como un antiagregante,
mejorando la circulación periférica de la sangre. La vitamina PP da elasticidad
a los capilares y la vitamina E aumenta la oxigenación de la sangre.
Disminuyen la presión arterial
Las vitaminas A y C fortalecen
las paredes musculares del corazón, y el calor de la pimienta aumenta el flujo
sanguíneo en todo el cuerpo. Y todo esto equivale a un sistema cardiovascular
fuerte.
Al ser el ají picante un fuerte
saborizante ayuda a utilizar menos sal, fundamental para quienes sufren de hipertensión,
una de las principales causas del envejecimiento de las arterias.
Previenen el cáncer
Según la Asociación Americana
para la Investigación del Cáncer, la capsaicina tiene la
capacidad de matar el cáncer y las células leucémicas. Una especie en
particular, la cúrcuma, que se encuentra en el polvo curry y algunas mostazas,
puede retardar la propagación del cáncer y el crecimiento de los tumores.
“Tiene los mismos efectos en el
cuerpo que ciertos medicamentos contra el cáncer”, dice Gregory A. Plotnikoff,
MD, consultor senior de innovación de la atención de la salud en los Hospitales
y Clínicas Allina de Minnesota.
El estudio de las propiedades
anticancerígenas del chile comenzó con la dieta Moerman, experimentada en
Holanda en 1930. La dieta se basa en que los alimentos con yodo, ácido cítrico,
vitaminas del grupo B, hierro y vitaminas A, E y C otorgan una justa
oxigenación equilibrando el metabolismo para prevenir tumores.
Efecto protector del ají picante
contra el cáncer de colon.
De acuerdo con investigadores de
la Universidad de California en San Diego, la capsaicina o el
ingrediente activo del chile, activa un receptor en las células que recubren el
intestino, disminuyendo el riesgo de desarrollar tumores colorrectales.
Tras administrar capsaicina a
los ratones genéticamente alterados, los científicos constataron una disminución
en el desarrollo de tumores en el tracto gastrointestinal y un aumento de más
del 30% en su esperanza de vida.
Los resultados de la
investigación, publicados en The Journal of Clinical Investigation, sugieren
que TRPV1 funciona como un supresor de tumores en el intestino. Las personas
con alto riesgo de padecer cáncer colorrectal podrían beneficiarse del consumo
de capsaicina.
El Capsicum beneficia a las
hemorroides
El consumo de pimientos puede ser
beneficioso en la cura de las hemorroides disminuyendo la inflamación y el
dolor. La capsaicina mejora el tránsito intestinal impidiendo
el estreñimiento que es uno de los enemigos de las hemorroides. Además, tiene
un efecto antiinflamatorio y antitrombótico debido a la vitamina K2 que es
antihemorrágica y a la capacidad característica del ají picante de “cerrar” las
heridas. De este modo se obtiene un aumento de sangre en la zona, lo que ayuda
a la cicatrización.
Próstata saludable
Una investigación descubrió que
la capsaicina, el principio picante del ají (chile), conduce a las
células del tumor de próstata a su autodestrucción. El estudio, realizado por
investigadores del Centro Médico Cedars-Sinaí y la Universidad de California en
Los Ángeles, fue publicado en la revista Cancer Research, y demostró que este
componente del ají picante provocó que aproximadamente 80% de las células de
cáncer de próstata siguieran los mecanismos moleculares que conducen a la
muerte celular programada, evidenciado en que el tamaño de los tumores de
próstata tratados con capsaicina fue la quinta parte de los tumores no
tratados.
Ayudan en la pérdida de peso
Por un lado, el toque extra de
salsa picante o un jalapeño picado puede hacer apetecible incluso la comida de
dieta más insulsa, ayudándote a continuar con tu plan de pérdida de peso.
Además, es posible que eleve tu
metabolismo. Los estudios muestran que el compuesto principal en los chiles,
llamado capsaicina, tiene un efecto termogénico que puede causar
que el cuerpo queme calorías extra durante 20 minutos después de comerlos.
Para una buena digestión
El ají picante favorece la
secreción de jugos gástricos, por lo tanto, a la digestión. La capsaicina actúa
sobre las prostaglandinas buenas y protege el estómago a través de la formación
de mucus. También está demostrado que favorece la movilidad intestinal y
combate el Helicobacter pylori.
5.- Función afrodisíaca del ají
Estudios de la hormona VIP
(vasoactive intestinal polypeptide) confirman la teoría del efecto afrodisíaco
del ají picante. Esta hormona está implicada en el cierre de la comunicación
arteriovenosa que origina la erección en el hombre y el orgasmo en la mujer.
Cuando el organismo aumenta la producción de VIP, se dilatan los vasos
periféricos y la circulación de la sangre aumenta junto a los latidos cardíacos
y a la respiración. Las comidas picantes, al entrar en contacto con la mucosa
intestinal liberan hormonas VIP.
El pimiento o ají picante también
es utilizado en cosmética por su acción antibacteriana, necesaria para mantener
una piel sana y eliminar impurezas. Derivados del Capsicum se emplean en la
preparación de cremas, colutorios, lociones para el cabello y cremas para
masajes.
Alivian la depresión y el estrés
Los alimentos picantes estimulan
la producción de hormonas del bienestar, como la serotonina, por lo que pueden
ayudar a aliviar la depresión y el estrés.
En China, el pimiento es
utilizado contra la depresión, sobre todo cuando se asocia a la inapetencia. En
la India, la medicina ayurvédica sostiene que el ají estimula el espíritu y la
sangre. En realidad la acción antidepresiva se debe al principio activo sobre
los substratos metabólicos.
¿Qué es exactamente lo que hace
que un alimento pique?
Aunque podamos encontrar muchas
variantes, las comidas picantes por naturaleza son las que cuentan entre sus
ingredientes con pimienta, con alguna variante picante de la
familia de los pimientos, o con mostaza,wasabi, rábano
picante, jengibre, ajo o cebolla.
En cada uno de estos casos, hay
un ingrediente natural en su composición que es el culpable de esta sensación
gustativa.
En el caso de la pimienta es la
piperoil-piperidina.
El wasabi y la mostaza comparten
una sustancia “picona”, el ali-isotiosianato; la alicina provoca el sentir
quemazón al ingerir el ajo y las cebollas crudas, mientras que es la capsaicina
la protagonista de los pimientos picantes, que son los personajes principales
de la cocina o gastronomía de los picantes.
El wasabi, por ejemplo, es un
tubérculo balsámico propio de Japón, cuya fuerza, más que su picor, radica en
los vapores que se trasmiten a lo largo de las fosas nasales, y que producen
una sensación de ardor, convirtiéndolo en un picante retronasal, bastante
similar a mostazas como la de Dijon.
Esta sensación no permanece
demasiado tiempo, a diferencia del picor producido por los chiles (toda la
familia de éstos, desde el poblano al jalapeño, pasando por el habanero), que
centran su poderío en la parte delantera de la boca (labios, comisuras y punta
de la lengua), convirtiéndose en los mejores picantes de “ataque” que
curiosamente, viven dos fases de picor: una primera muy ligera, y un segundo
tiempo donde se descubre realmente su potencia mordaz.
Mientras, las guindillas, ya sean
secas o naturales (ejemplos las tailandesas), extienden su picor por la zona
media bucal, tanto en la lengua como en los laterales o carrillos de ésta, lo
cual las hace más “envolventes”; como sucede con las guindillas o curries
picantes de la India, al comienzo sutiles, para acabar con ardor terrible al
final de boca; sin olvidar los picantes ajíes peruanos, con su boca untuosa,
con toques de alarma para las fosas nasales.
Ranking
Si de ranking de picor se trata,
el pimiento más picante del mundo nace en Assan, India, y es el Naga Jolokia,
conocido también como Ghost pepper (pimiento fantasma).
Le sigue la guindilla tailandesa,
conocida como Lombok, y a esta la pimienta de cayena española y luego aparecen
el chile jalapeño, mexicano, así como el chile habanero del mismo país, y más
tarde descendiendo en picor mordiente encontramos el pepperoncino italiano, o
el menos conocido harissa de Sudan, poco difundido, pero con un picante agresivo
y cruel para nuestro organismo.
Record Guinness
La palabra chile se deriva del
náhuatl chili, pero el chile más picante del mundo no se cultiva en México ni
en ningún otro país latinoamericano ni caribeño, sino en Estados Unidos, según
el Libro Guinness de los Récords. Ed Currie es el poseedor del récord mundial
(2013) por haber creado el “Carolina Reaper”.
El picor de un chile se mide en
unidades Scoville. Cero es suave y un jalapeño contiene regularmente alrededor
de 5.000 unidades en la escala de Scoville. El récord mundial fue para el
Carolina Reaper, uno de los cuales llegó a registrar 2,2 millones de unidades.
El spray de chile tiene alrededor de 2 millones de unidades Scoville.
El gran viajero
El descubrimiento de América
propició la salida del ají a Europa y Asia. Llegó a España en 1493, a Italia en
1535, a Alemania y a India en 1542. Luego se extendió a Portugal, desde donde
fue introducido por vía marítima al África, China y Japón.
El ají ha viajado por todo el
mundo y se puede encontrar a la vuelta de la esquina de su casa o en cualquier
cultivo en Asia. En Colombia no hay una clasificación registrada y no se va más
allá del dulce, chivato y pajarito, mientras que en México o Guatemala los
enumeran a través de variedades como cascabel, ancho, morrón, chilaca,
chilpotle, guajillo, habanero, jalapeño, largo, morita, mulato, pasilla,
piquín, poblano y serrano.
En nuestro país, Venezuela, lo
consumimos en sus variantes dulce y picante, y aunque no es el eje de nuestra
cocina, sí es parte de su alma y sazón. Los indios Caribes lo usaban como
condimento único y son numerosos los relatos que hacen referencia a su
presencia y empleo en nuestra culinaria.
En el país los de uso frecuente
son el chirel, el chirere y el caribe. Cualquiera de ellos se sumerge, por lo
general, en vinagre contenido en frascos de vidrio de boca ancha, para formar
ajiceros. De hecho, los venezolanos no solemos utilizar el ají picante como
parte de la preparación de las comidas, pues se le considera más como un
acompañante. El historiador Germán Carrera Damas señala que los ajiceros se
unen al comboy -formado por vinagre, aceite y sal- en la mesa para que cada
quien añada el picante a su gusto
En la región andina, en lugar de
vinagre utilizan leche o suero. De allí que por esos lares sea más común el
“picante de leche”. En otras regiones se le agrega lechosa verde, maguey,
pedazos de cebolla, cebollín y especias como clavos de olor, canela y
guayabita. En realidad, no existe una receta única para preparar un ajicero,
cada familia tiene su particularidad, aunque en líneas generales todas las
fórmulas coinciden de una u otra manera. Finalmente, no importa cómo se haga,
lo fundamental es que el frasco esté limpio y que no se toque el contenido con
las manos. Asimismo, nunca se debe introducir en el frasco una cuchara que ya
se ha llevado a la boca porque se daña el ají, o, como dicen las abuelas, el
contenido “se empicha” o “se nace”.
Aunque los venezolanos no
llegamos a los extremos de enchilarnos, el toque picante es importante en la
dinámica culinaria y la presencia de los ajiceros es casi obligada en cualquier
expendio de comida criolla, donde es común encontrarse con lo que eran frascos
de mayonesa o salsa de tomate llenos de esa sustancia picosa, que escapa de su
encierro a través de huequitos hechos en la tapa de manera rudimentaria.
El ají dulce es
uno de los secretos mejor guardados de los fogones criollos, el sabor que le
confiere a todo lo que toca no tiene parangón. Tiene la fuerza del ají, que
exalta lo mejor de los guisos, pero sin picar, sin adormecer las papilas
gustativas. Su presencia en hallacas, guisos y sancochos es incuestionable,
pero la relevancia de la que goza en la actualidad deriva de la tendencia
gastronómica en años recientes, cuando estamos redescubriendo las maravillas de
nuestros calderos.
¿No te agrada la comida picante?
Todavía puedes obtener los
beneficios para la salud mediante la adición de especias de forma más tolerable
y moderada a tus platos. Por ejemplo, puedes agregar jengibre en rodajas a una
taza de té, saltear camarones recubiertos de comino y cilantro, o preparar un
delicioso pollo al curry.
¿Cómo hacer ajíes picantes en
conserva?
Reúne lo siguiente: 1kg de ajíes
picantes, una cabeza de ajos, tomillo y romero, ½ litro de aceite de oliva,
pimienta en grano, sal. Corta los ajos en rebanadas y los ajíes en ruedas
(conservando las semillas) y colócalos en un envase junto con el tomillo, el
romero, la pimienta y la sal. Luego cubre con aceite de oliva y llévalo al baño
maría: 10 minutos con el envase abierto; los siguientes cinco minutos con el
envase cerrado. Deja enfriar. Este picante se puede conservar fuera de la
nevera. No la consumas hasta pasados 25 ó 30 días.
Este picante se puede conservar
fuera de la nevera. No la consumas hasta pasados 25 ó 30 días.
¿Cómo hacer una salsa de Chile?
Una salsa pensada especialmente
para acompañar carnes y a la que pocos paladares están acostumbrados. Muy
famosa en Sudamérica pero sobre todo en México, su base es un pimiento pequeño
y picante que se denomina chile, guindilla o ají.
Ingredientes:
Para 4 personas
– 1 chile seco
– 1 cebolla
– 3 tomates
– 2 dientes de ajo
– Vinagre
– 1 ramita de canela
– Pimienta molida
– Sal
Elaboración:
– Primero ponemos los chiles a
remojo durante unas horas.
– Después en una sartén con un
poco de aceite freímos las cebollas y los ajos picados junto con los tomates,
ya pelados y troceados.
– A continuación añadimos los
chiles y el agua de remojarlos.
– Agregamos un chorro de vinagre,
la canela, la pimienta y sal al gusto y mantenemos todo durante un par de
minutos a fuego moderado.
– Trascurrido ese tiempo pasamos
el preparado a una salsera y servimos de inmediato para que no se enfríe.
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