Canal de Nicaragua, ¿Transformar el comercio global?


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El poder de China impulsa el plan del canal de Nicaragua




No hay otro modo de describir la propuesta de construir un canal interoceánico de 170 millas de longitud atravesando Nicaragua, y, aunque el plan ha sido recibido con un escepticismo general, poderosas fuerzas globales podrían asimismo dar viento en popa al proyecto.

Estas fuerzas incluyen el creciente poder económico de China, de la cual se sospecha está detrás de la propuesta, y la aparición de navíos en continuo crecimiento en los mares del mundo.

Decenas de miles de nicaragüenses serían desplazados, y cientos de millas cuadradas de terrenos se han entregado a la compañía china que tiene el contrato para construir el canal.

Otras ramificaciones pueden ser adivinadas: el impacto que el canal tendría en el medioambiente de Nicaragua todavía no se ha hecho público. Tampoco se han calculado las ramificaciones en el comercio mundial que traería consigo el paso por el pasaje interoceánico de navíos tan grandes que la mayoría de los puertos de Estados Unidos no pueden albergarlos.

Otra interrogante en ciernes: la manera en que podrá cambiar el equilibrio de poderes global cuando un canal construido y financiado por los chinos cruce un istmo que ha sido una zona casi exclusivamente estadounidense durante 200 años

Sea cual sea el costo a largo plazo, y si sus partidarios logran conseguir el financiamiento —lo cual todavía no es seguro— la creación de lo que podría ser el mayor canal del mundo es sin duda alguna el proyecto de excavaciones a mayor escala de la era moderna.

Se necesitaría un ejército de 50,000 trabajadores para excavar una zanja de 90 pies de profundidad que atraviese toda Nicaragua. Los planes requieren más de 2,000 excavadores —algunas con ruedas más altas que el jugador más alto de la NBA— para abrirse paso rompiendo y desguazando terrenos de un lado a otro de Nicaragua, moviendo 5,000 millones de metros cúbicos de tierra, piedra y lodo.

“No ha habido un proyecto de ingeniería de esta magnitud, nunca”, dijo Bill Wild, asesor principal del proyecto de HKND Group, la firma radicada en Hong Kong que ganó una concesión de 50 años para construir y operar el canal.

En lo que el “dragón chino” entra a Centroamérica, tal vez es apropiado que sólo se pueda encontrar un equivalente aproximado de este proyecto en la Presa de las Tres Gargantas de China, el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, terminado en el 2006. Esa presa, que abarca el río Yang-Tsé y obligó a la reubicación de mucho más de 1.1 millones de chinos a lo largo de un gigantesco embalse, usó más del doble del concreto que podría usarse en el canal nicaragüense.

“Pero somos 50 veces más grandes que Tres Gargantas en lo que se refiere a las excavaciones”, dijo Wild. “Tres Gargantas tuvo unos 100 millones (de metros cúbicos de materiales excavados). Nosotros nos proponemos excavar casi 100 millones al mes”.


Nada de lo que se ha construido recientemente en Estados Unidos se acerca, ni el Puente San Francisco-Oakland Bay ni el Big Dig de Boston.


No ha habido un proyecto de ingeniería de esta magnitud, nunca.
Bill Wild, HKND Group


¿Cuánta tierra hay que excavar exactamente?

  •  El material excavado, que se estima en unos 5,000 millones de metros cúbicos, llenaría 1,698 instalaciones del tamaño de Cowboys Stadium en Arlington, Texas.
  • Sepultaría San Francisco (46.38 millas cuadradas) bajo una capa de tierra de 136 pies de altura.
  • Cubriría todo Disney World (43 millas cuadradas) bajo una capa de material de 147 pies de alto. Solo quedaría expuesta la torre más alta del castillo de Cenicienta.
La compañía del canal no solamente necesitará huestes de maquinarias pesadas para excavar y llevarse los materiales. Los batallones de trabajadores necesitarán 400,000 toneladas de explosivos para penetrar la roca, y 1,500 millones de galones de diésel y combustible de calderas para mover esas maquinarias pesadas.

Los nicaragüenses han soñado con ese canal durante generaciones. También los estadounidenses, desde el principio de la Fiebre del Oro de California en 1849, cuando decenas de miles de estadounidenses viajaron en barcos de vapor a la desembocadura del río San Juan en la frontera sudeste de Nicaragua. Ellos viajaban río arriba, atravesaban el Lago Nicaragua y seguían hasta la costa del Pacífico para allí dirigirse en velero a California.

Casi a fines del siglo XIX, ingenieros estadounidenses estudiaron seriamente la posibilidad de construir un canal, haciendo medidas hidráulicas a lo largo del río y en el poco profundo Lago Nicaragua. Pero un sello de correos en que aparecía el volcán Momotombo en erupción —uno de los 19 volcanes activos de Nicaragua— intimidó a los legisladores de EEUU y los persuadió a construir el canal en Panamá.


El Canal de Nicaragua tendrá un impacto gigantesco


El proyecto del canal interoceánico en Nicaragua atravesará junglas y tierras usadas para el cultivo y el ganado, y creará dos nuevos lagos que sumergirán en agua un área de 171 millas cuadradas.


  • Dos represas y un dique de 6.2 millas de largo crearían dos lagos nuevos en cuencadel río Punta Gorda. Los directores del proyecto dicen que esto permitirá que las esclusas del canal funcionen sin necesidad de utilizar el agua del lago Nicaragua, que de ser así, generaría preocupación entre los ambientalistas acerca de los niveles de salinidad.

  • Cerca de 5,000 millones de metros cúbicos de material excavado se colocarían en las áreas a lo largo de la ruta del canal. Las rocas y los escombros serán colocadas en capas y luego cubiertas de tierra, para finalmente ser replantadas
  • También está planificada la construcción de un nuevo puente en donde la Ruta 1, la Carretera Panamericana, cruza el canal cerca de Rivas.
  • Un ferry permitirá el paso sobre el canal en el punto donde lo atraviesa la ruta 25, al sureste de San Miguelito.
  •  Dos sistemas de esclusas se construirían para facilitar el paso de los barcos al entrar y salir del canal. Cada una tendría nueve cuencas de retención para almacenar y reciclar el agua para operar las esclusas
  • Cerca de 715 millones de metros cúbicos de sedimentos de lago serían dragados para limpiar la ruta del canal, en el poco profundo lago Nicaragua.

Sin embargo, el sueño de Nicaragua nunca se extinguió. A lo largo de las décadas se hizo un puñado de otras propuestas. Pero no fue hasta que un cantante de ópera hizo un histórico viaje a Beijing a principios de la presente década que se renovaron las esperanzas. El cantante de ópera fue Laureano Ortega, uno de los hijos del presidente nicaragüense Daniel Ortega, ex comandante guerrillero en cuyo más reciente mandato se han visto mezclados los eslóganes populistas y antiimperialistas con políticas a favor de los negocios.

Ortega hijo, quien estudió en el Conservatorio Giuseppe Verdi de Milán, gusta de cantar papeles en óperas de Puccini y Verdi. Pero él cantó una canción diferente en ese viaje a Beijing. Él fue allí como asesor de ProNicaragua, una agencia oficial de promoción de inversiones.

“Él habló sobre la posibilidad del canal, y ellos se mostraron muy interesados”, dijo Manuel Coronel Kautz, jefe de la Autoridad del Canal de Nicaragua. Funcionarios chinos enviaron a Laureano Ortega a ver al ministro de Infraestructura y a autoridades del Banco de China, donde le dijeron que magnates del sector privado aceptarían la iniciativa.

Ellos entregaron una lista a Laureano Ortega. En la lista estaba el nombre de Wang Jing, multimillonario magnate de las telecomunicaciones con poderosos contactos en el Partido Comunista de China y supuestos lazos con el Ejército Popular de Liberación. Se acordó un encuentro entre ellos.

Wang Jing hizo su fortuna en el área de las telecomunicaciones en China. Su empresa, HKND Group, recibió la concesión exclusiva para desarrollar el canal de Nicaragua.

Así comenzaron las negociaciones que culminaron en junio del 2013, cuando la Asamblea Nacional, controlada por Ortega, aprobó una concesión de 50 años para la empresa de Wang, HKND Group, para construir y operar un canal transoceánico, dos puertos, una zona de libre comercio, un aeropuerto, centros turísticos y otros proyectos.

La concesión, que puede ser renovada para otro medio siglo, da a Nicaragua el derecho de 1 por ciento de participación de propiedad el año en que el canal comience a operar, subiendo en 1 por ciento cada año hasta que sea dueña de la mitad del proyecto en 50 años.

El gobierno de China afirma que ellos no tienen nada que ver con el proyecto, y técnicamente eso es correcto. Pero algunas de las mayores empresas propiedad del gobierno chino están participando como contratistas, y ellas están subordinadas al Partido Comunista de China.
Canales más anchos

Para el año 1985, el comercio mundial alentó la construcción de buques portacontenedores más grandes, lo que llevó al establecimiento de un estándar llamado Panamax, que quiere decir los mayores buques que el Canal de Panamá podría permitir. Las esclusas del canal de Nicaragua permitirán que pasen barcos mucho más grandes.

Canal de Panamá antiguas esclusas










Canal de Panamá nuevas esclusas










Canal de Nicaragua permitiría barcos porta-contenedores de categoría Triple E










Daniel Ortega y su Frente Sandinista van viento en popa con todo lo que se habla sobre el próximo boom. El cincuenta y tres por ciento de los nicaragüenses apoyan a Ortega, lo cual hace de él uno de los presidentes más populares de América Latina, de acuerdo con una encuesta de CID-Gallup dada a conocer a finales de mayo. 

Casi todas las palancas del poder están en sus manos. Ortega controla el Congreso, el consejo electoral, la Corte Suprema, el ejército, la policía, y gran parte de los medios de prensa. La atmósfera es gélida para los oponentes, en especial para aquellos que hacen preguntas sobre el canal, los cuales no reciben respuesta. 

El octogenario poeta Ernesto Cardenal, ministro de cultura sandinista en la década de 1980 y acerbo oponente de Ortega en la actualidad, afirma que la propuesta del canal es una “monstruosidad”. 

A los propietarios de negocios les preocupa la expropiación de terrenos y los daños medioambientales que podrían tener lugar con la construcción del canal. Algunos reconocen asimismo la manera en que el canal podría transformar al país. 

“Va a haber más beneficios para nicaragua si se construye el canal que si no se construye el canal”, dijo Michael Healy Lacayo, jefe de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua, el grupo agrario más importante de la nación. “En estos momentos, tenemos un crecimiento estable del 4 o 4.5 por ciento al año. Tras construir el canal, podríamos crecer alrededor de 9 o 10 por ciento al año”. 

“Uno tiene que darse cuenta de que Nicaragua ha sido considerada el segundo país más pobre de América Latina y el Caribe después de Haití”, dijo Telémaco Talavera Siles, rector de universidad que es el vocero oficial del proyecto del canal. 

“Tenemos que dar un salto. Y, para este salto, necesitamos proyectos grandiosos y transformadores”, añadió Talavera. 

El canal y sus empresas afiliadas, una vez que estén operando plenamente, emplearían a 200,000 personas en trabajos directos e indirectos, afirmó Talavera. El proyecto prevé una enorme zona de libre comercio donde unos 5,000 negocios operarían en fabricación, logística y envíos, los cuales darían empleo a 113,000 personas. 

Con toda esa actividad, la magnitud de la economía de Nicaragua aumentaría al doble, a unos $25,000 millones al año, agregó. 

Excavar el canal, no obstante, dejará cicatrices. Según la concesión, la compañía de Hong Kong tendría derecho a 633 millas cuadradas de tierras para el canal, los proyectos asociados y un lago artificial, aunque una portavoz, Liliana Li, dijo que es probable que solamente se usen solamente 424 millas cuadradas. Aun así, se trata de una extensión considerable de terrenos, equivalente a casi 19 veces el área de Manhattan en Nueva York. 

Científicos afirman que no se han hecho suficientes estudios sobre las posibles consecuencias de la construcción del canal. 

“Si navíos de gran tamaño pasan por el Lago Nicaragua, ¿qué impacto tendrá eso?”, preguntó Jorge Huete-Pérez, biólogo molecular y vicepresidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua. “¿Inhibirá el canal los movimientos de mamíferos en peligro de extinción?” 

Huete-Pérez señaló que la ruta propuesta para el canal, de Brito en la costa del Pacífico al delta del río Punta Gorda en el lado del Caribe abarca “un área clave de biodiversidad global”. El Lago Nicaragua, en particular, representa un lugar único en la evolución de los peces de agua dulce.


Parte del canal seguirá la trayectoria del río Punta Gorda, en donde canoas hechas de troncos de árbol todavía son usadas para transportar plátanos.


El lago daba un albergue de agua dulce a tiburones sarda que subían por el río San Juan, y a peces sierra de aspecto prehistórico. Ambas especies han desaparecido. 

Coronel, el vivaz jefe de la autoridad del canal de 82 años, quien creció cerca de la confluencia del río y el lago, saltó en su silla cuando le preguntaron si había visto tiburones cuando era joven. 

“¡Hombre!”, dijo. “Nos íbamos a pescar tiburones y amarrábamos tres, cuatro o cinco al día en algunas temporadas”. 

Los peces sierra sacados del lago podían medir entre 7 y 10 pies de largo, dijo, y las selvas y ciénagas albergaban todo tipo de jaguares, tapires, armadillos, anaconda y osos hormigueros gigantes. 

Colonos y pobladores han echado abajo gran parte de esa selva para establecer ranchos de ganado. Se cree que Nicaragua está perdiendo 270 millas cuadradas de zonas forestales al año. 

Entonces, ¿qué es peor? La destrucción azarosa y a paso lento de los colonos, o la cuchillada de un enorme canal cruzando el istmo? La compañía del canal afirma que la respuesta está en un estudio a gran escala del impacto medioambiental y social del proyecto que ellos entregaron a Nicaragua en una ceremonia celebrada el 31 de mayo. El estudio, el cual abarca 14 volúmenes que contienen 11,000 páginas de texto y diagramas, no se ha hecho público hasta el momento. 

Un viaje a lo largo de la ruta propuesta para el canal reveló que las áreas boscosas son ahora raras. En gran parte del sudeste de Nicaragua, las sierras eléctricas son las que hablan, incluso en los vedados naturales de Cerro Silva y Punta Gorda. 

La actividad se haría frenética a medida que la compañía del canal construya nueve campamentos para trabajadores, cada uno de los cuales albergaría a unos 5,400 empleados, a lo largo de la ruta propuesta para el canal. El acceso a los campamentos estaría prohibido para el personal no autorizado. La compañía planea exigir rigurosas pruebas de drogas y alcohol a todos los empleados en los campamentos, los cuales serán probablemente una gran mezcla de Occidente y el Oriente.

Unos 12,500 jornaleros chinos trabajarían conjuntamente con tres veces más obreros de Nicaragua y otras partes del mundo. La compañía dijo que prohibirá “el comercio informal, la ocupación ilegal y la prostitución dentro de los campamentos de trabajadores”, pero Coronel dijo que los prostíbulos prosperarían en los alrededores. 

“Donde trabajan los nicaragüenses, pasa de todo… La prostitución va a estar por la libre. Yo lo sé perfectamente. Yo trabajaba antes en un central azucarero, y ellos pagaban cada 15 días, a 2,000 personas. Y había dos o tres lugares especiales”, dijo. 

Los turnos durarían 12 horas, y los trabajadores saldrían de descanso después de trabajar de dos a seis semanas sin parar. Las excavaciones no pararían. Las montañas de materiales excavados serían echadas en 35 vertederos. 

“No se pueden dejar como montañas a lo largo del proyecto”, dijo Wild, el asesor principal, que es australiano. De modo que los trabajadores amontonarían los materiales en mesas de superficie plana, reemplazarían la capa superficial del suelo, y crearían nuevas tierras de cultivo ligeramente inclinadas, dijo. 

Al crear 69 millas cuadradas de vertederos y convertirlos en terrenos de cultivo cerca de la ruta del canal, afirmó Wild, se perderían áreas boscosas. Pero HKND Group se ha comprometido en público a que el impacto medioambiental neto del canal sería positivo. Wild dijo que planea “una cantidad enorme de reforestación a lo largo de la ruta del canal”. 

Ya hay trabajadores construyendo caminos de acceso y perforando nuevos pozos, incluso antes de que Nicaragua haya aprobado el estudio de impacto medioambiental. Las excavaciones como tal deberán comenzar a fines de este año, según funcionarios. 

El apuro y el secreto se han convertido en características que definen el proyecto. 

Wang ha prometido terminar el canal para el 2020. 

“Wang Jing está apurado”, dijo Coronel, el jefe de la autoridad del canal, señalando que consultores han sugerido que se necesitarán entre 8 y 10 años para completar el proyecto. 

“Cuando Wang Jing vino y yo le dije que serían 10 años, él se levantó y me dijo: ‘¡No! ¡Diez años! No puede ser’”, recordó Coronel. “De modo que yo le pregunté: ¿qué tiempo? Él me dijo: “Cinco’. De modo que yo me levanté y le dije: ‘¡No! No puede ser’. Así que nos sentamos, y él me dijo: ‘Ah, usted no conoce China. . . . ¿Usted tiene un problema técnico? Yo le traigo 1,500 ingenieros mañana’”. 

Han salido a la superficie escasos detalles sobre cómo la compañía planea ponerse de acuerdo con las personas que tienen que ser reubicadas. La portavoz de HKND Li dijo que la compensación sería razonable. 

“Para todos los residentes en el área de construcción, con o sin títulos de propiedad, el problema de la tierra se resolverá de modo justo y satisfactorio”, dijo Li en un correo electrónico.

Una protesta contra la construcción del canal atrajo a una docena de hombres a caballo, el 12 de marzo de 2015, en La Unión.


Cuarenta y cuatro marchas de protesta en contra del proyecto se han llevado a cabo a lo largo de la ruta. Algunas han llegado a la violencia, pues la policía las ha reprimido causando lesiones, y los opositores del canal han expresado tener miedo. 

“Yo sé que ellos están escuchando mi teléfono”, dijo Franklin Briceño Martínez, activista medioambiental de San Miguelito, en la orilla este del Lago Nicaragua. 

Briceño pasó 10 años en el Ejército Popular Sandinista y todavía se considera un sandinista, miembro del partido revolucionario que Ortega dirigía cuando derrocó una dictadura militar y cumplió su primer mandato como presidente de Nicaragua. Pero Briceño ya no está de parte de Ortega y considera el canal como una cabeza de playa para la intervención china, reemplazando la intervención estadounidense temida durante tantas décadas. 

“Estamos enfrentando una nueva colonización de parte de China. A China no sólo la trae aquí el canal”, dijo Briceño. “Nosotros no queremos la guerra. Pero tampoco queremos convertirnos en esclavos de una cultura asiática”. 

Talavera, el vocero del canal, restó importancia a las preocupaciones sobre la influencia china. El recordó el papel jugado por EEUU en la construcción y la administración del Canal de Panamá durante cerca de un siglo, durante el cual la Zona del Canal de Panamá estuvo en gran medida prohibida a los panameños. 

“Los panameños necesitaban un pasaporte o un documento especial para entrar”, dijo Talavera. “Las fuerzas militares allí eran las del Comando Sur de EEUU. Las leyes en vigor allí eran las leyes de EEUU… Los panameños no tenían voz ni voto en ninguna decisión allí”



El Brito entrada puede llegar a ser el hogar de la salida Pacífico del canal que está configurado para atravesar Nicaragua. Foto tomada el 19 de marzo de 2015.


En contraste, dijo, “la policía nacional será la que brinde seguridad aquí, no la policía china. Aquellos que protegerán la soberanía no son (miembros del) ejército ruso como se ha dicho. Será el ejército nicaragüense. Y las leyes aquí son nicaragüenses. Los nicaragüenses serán libres de ir donde quieran”.



El gobierno de EEUU se ha mantenido por su mayor parte en silencio con relación al proyecto, aunque la Embajada de EEUU en Managua hizo público en enero un comunicado llamando al gobierno de Ortega a ofrecer mayor transparencia con respecto al canal.



Henry Kissinger, antiguo estadista estadounidense, pareció resumir la actitud de Washington en una entrevista que le hizo la revista china Caixin a fines de marzo.


“Ahora somos grandes países, ambos operaremos en todo el mundo. Estaremos lado a lado en algunos lugares, y en otros no estaremos lado a lado. No creo que ese sea el problema, y si China quiere gastar recursos en construir un canal en Nicaragua y no lo convierte en una base naval, lo cual es inconcebible, ¿por qué debería preocuparme eso?”, dijo Kissinger a la revista.

La manera en que Wang planea recaudar el dinero para financiar la construcción del canal continúa rodeada de misterio. Wang, cuya fortuna estima la revista Forbes en alrededor de $7,700 millones, tendría que recaudar fondos en otras partes. Su compañía ha dicho que pondrá un anuncio en una bolsa de valores. Ellos no han dicho dónde se pondrá el anuncio.

Un importante asesor del presidente Ortega, Bayardo Arce, sugirió a la prensa el 25 de mayo que el proyecto estaba en un respiro temporal. Él afirmó, de manera oblicua y con cierto aire molesto, que “todavía no han fondos depositados” para la construcción. El no dio detalles.

Nadie es dueño claramente establecido de gran cantidad de los terrenos que serán afectados

Bayardo Arce, asesor del presidente

Abogados de Kirkland & Ellis, bufete legal de Chicago contratados por Wang, están alertando que habrá problemas con la propiedad a lo largo de la ruta del canal, dijo Coronel.

“Nadie es dueño claramente establecido de gran cantidad de los terrenos que serán afectados”, dijo. “En el registro civil no hay títulos de propiedad claros”.

De 15 a 20 abogados del gobierno se están apresurando a conceder títulos provisionales de propiedad de las tierras a colonos y rancheros, dijo Coronel. Entonces podrán comenzar las negociaciones sobre la compensación por las tierras. El afirmó que el problema de las tierras debería estar aclarado para el último trimestre del año, en anticipación a una oferta en la bolsa de valores.

“Cuatro, cinco o diez compañías chinas comprarán las acciones, y la cosa estará hecha”, dijo Coronel. “Problema resuelto. Si Alí Babá decide comprar, digamos, un millón de acciones, y luego la compañía de ferrocarriles compra otro millón, ¿por qué no?”

Sólo entonces comenzará la construcción como tal.

Ronald MacLean, político boliviano con un pedigree de Harvard que sirvió de vocero global a HKND Group hasta principios del presente año, dijo que Nicaragua sería transformada.

“Probablemente se convertirá en el país más próspero de Centroamérica. Ojala yo pudiera hacer lo mismo por Bolivia”, dijo MacLean.

“Muchas personas en Nicaragua están perdiendo la oportunidad de ver esto como una oportunidad grandiosa, única, que se da una vez en la vida”.


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